jueves, 28 de marzo de 2019

4ª sesión: Provocando la iniciativa en la interacción

Objetivos en esta sesión:

     1.  Identificar para qué se comunican nuestros hijos: pedir, protestar, compartir atención...
     2.  Diseñar estrategias que provoquen la iniciativa en la interacción en todas las rutinas.


     PARA QUÉ NOS COMUNICAMOS: Función reguladora

Hasta ahora hemos estado hablando de cómo se comunican los niños o sea formas de comunicación. Hemos visto que los niños se comunican no sólo a través de palabras, si no con gestos, acciones, sonidos, rabietas... Observar cómo se comunican nos ayudará a desarrollar su potencial y enseñarle otras formás de comunicación poco a poco.

La comunicación puede ser:
Preintencional: El niño no se comunica intencionalmente sino que envía mensajes que nosotros interpretamos (por ejemplo, se coloca delante de la puerta). No es su intención comunicarse con nosotros si no, expresar su malestar, jugar, estimularse...
Intencional: El niño entiende que sus respuestas o comportamientos producen un efecto en las personas que le rodean (por ejemplo, instrumentaliza a la mamá para que le abra la puerta). Es una comunicación intencional para: 
          -   Protestar o rechazar: no con gesto, lloro. 
          -   Para pedir o para obtener información (señalamiento).
          -   Responder a gestos sociales (saludo) y ejecutar órdenes sencillas.
 Por lo tanto, es importante saber para qué se comunica el niño.

Al principio, esta comunicación suele tener como finalidad satisfacer sus necesidades o deseos y para ello, modifican la conducta de los otros, ejercen una regulación. Pero debemos ser conscientes de que esta regulación es bidireccional: 
  • Desde bebés nosotros estamos regulando sus ritmos biológicos, facilitando entornos para que las emociones no se desborden. 
  • Pero, nuestros hijos también nos regulan a nosotros. Ellos intentarán rechazar aquello que no desean o no les gusta de distintas maneras: con los gestos, el llanto, apartando de un manotazo, abandonando...Somos nosotros los que debemos ofrecer una respuesta acorde a su negativa. Por ejemplo: les enseñamos a protestar, decir "no" (con la cabeza) como forma de interacción.

  
¿Qué ocurre con los niños que presentan trastornos de la comunicación? Sabéis que se centran en los objetos y tienen menos interés por comunicarse con las personas. Por esa razón los padres continúan, a medida que crece, satisfaciendo todas sus necesidades antes de que las pida ya que entienden que tienen que tomar todas las decisiones por él.
Y esto es un gran problema ¿por qué? Si el niño no tiene interés en las personas y además se lo dan todo hecho ¿qué motivos va a tener para comunicarse?

Por tanto, ¿qué podemos hacer para conseguir que el niño tome la iniciativa en la comunicación?. Es importante tener en cuenta las siguientes consignas:

1.  Hacer menos para que el niño haga más: debemos hacer esfuerzos por no adelantarnos a las necesidades del niño y darle tiempo para elaborar su petición. Tenemos que conseguir que el niño se comunique a lo largo del día y en diferentes actividades. 
2.  Esperar un poco: esperar a que el niño le dé una señal antes de darle lo que desea. De esta manera hará que se desarrolle el repertorio de conductas comunicativas del niño (mirada, gesto con la mano, sonidos de protesta…) y que asocie que cada una de esas formas envía un mensaje y le proporciona lo que desea.
3.  Crear muchas oportunidades para practicar. A veces los niños tienen acceso a todo y no necesitan pedir ayuda, decimos es que es muy independiente. No, es que no nos necesita. La idea consiste en crear situaciones en las que el niño tenga que comunicarse y eso lo haremos en todas las situaciones y rutinas diarias.

Vamos a ver cómo Provocar la petición o el rechazo: cuando la capacidad de interacción social está muy afectada, ellos buscan sus estrategias para conseguir por sí mismos lo que desean.
Debemos poner en marcha estrategias que ayuden a crear la necesidad, poner al alcance de su vista aquello que sabemos que va a necesitar o desea y estar atento a sus manifestaciones.

      Estrategias que podemos poner en marcha para generar peticiones en el niño.


Come un alimento delante de él ...trozos pequeños/ Juguetes de piezas...se los damos de uno en uno.

Si jugamos con los puzles, en vez de volcar todas las piezas, nos quedamos con ellas y a medida que nos mire o extienda la mano se las vamos dando de una en una mientras las nombramos (el oso, el caballo...)De manera que nos tenga que buscar para conseguir la siguiente pieza.
Podemos darle a elegir entre dos piezas buscando su gesto con la mano. Decimos: ¡ah quieres el oso, tómalo!
Para no desmotivarlo otras veces le damos sin esperar a que lo pida.











Colocando objetos de su interés (comida, juguetes...) a la vista pero fuera de su alcance o en cajas transparentes.

Si el niño coge la caja y se queda ahí o empieza a protestar, nosotros nos colocamos frente a él para facilitar el contacto visual y preguntamos ¿qué quieres? Si hace breve contacto visual, acerca la caja, hace un sonido...decimos ¡ah el coche, quieres el coche!. Lo sacamos de la caja y se lo damos.


Ofreciéndole juguetes atractivos que necesiten de la ayuda del adulto para ponerlos en marcha o jugar con ellos.

En cuanto el niño empiece a mirar o hacer estallar las pompas, cierre el frasco. Espere que le pida de alguna manera abrirlo de nuevo o sopla pompas para conseguir su atención. Haga una pausa a ver si el niño le mira, hace algún sonido para pedir...y continúe el juego.
 










Inicia un juego de interacción y en un momento dado congela la acción.

Iniciamos las cosquillitas y en un momento dado paramos. Esperamos una señal por su parte (mirada, movimiento con el cuerpo, sonido...) y decimos ¡más cosquillitas! Continuamos.
Si no lo hace preguntamos ¿quieres más? o movemos los dedos de las manos como para hacerle cosquillas y mirándole a los ojos esperamos su respuesta.
Si no lo hay, continuamos las cosquillas y lo intentamos de nuevo.


 Trabajamos la elección.

Podemos ofrecerle dos alimentos o juguetes: uno le gusta más que el otro.Los sostenemos frente a él y preguntamos ¿cual quieres? Esperamos a ver si alarga la mano en dirección al objeto deseado y se lo damos diciendo: si, Hugo quiere el coche.
O bien podemos acercarle el que no le gusta  para obligarle a protestar o rechazar empujándolo con la mano y decimos ¡no, Hugo no quiere la plastilina y le ofrecemos la otra opción.





         Imágenes tomadas de "More than words"     
  • El nivel de exigencia en la respuesta ante la situación generada dependerá del nivel de comunicación de cada niño. Para algunos será suficiente que se acerque al lugar donde está el objeto de deseo, a otros le pediremos, por lo menos, que instrumentalicen al adulto para conseguirlo, otros serán capaces de señalar y otros incluso de nombrar. Insistimos, debemos adaptarnos a su nivel de comunicación e irle pidiendo un poquito más cada vez. No nos anticipamos: observamos y ofrecemos respuesta.
Para el desarrollo de estas adquisiciones, el niño, atraviesa diferentes etapas:  
-   Etapa de los intereses propios: no piden, envían mensajes directamente a otros. Por ejemplo: Quieren salir....Se ponen delante de la puerta pero no hace nada más.
-   Etapa del pedidor: Instrumentalizan al adulto cuando desean algo y saben que por sí mismos no lo conseguirán. Por ejemplo: Te llevan (empujan), llevan tu mano. Es el momento de enseñarle a señalar moldeando el dedo índice y tocando el objeto de su deseo a modo de "más".
-   Etapa del comunicador: Inician la petición. Son conscientes y utilizan el gesto o la palabra.

  • Vamos a ver algunos ejemplos para trabajar la iniciativa del niño en la petición.


"CREAMOS SITUACIONES EN LAS QUE SIENTAN LA NECESIDAD DE PEDIR"
 

martes, 12 de marzo de 2019

3ª sesión: Nos unimos al interés del niño

APRENDIENDO A COMUNICARNOS

Objetivos en esta sesión:
  1. Desarrollar estrategias que nos ayuden a unirnos al interés del niño y seguir su iniciativa.
  2. Aprovechar cualquier situación del día a día para establecer un momento de interacción.

  • Continuaremos trabajando el último punto que nos quedó de la sesión anterior. Recordamos:
      "Qué hacer para que el niño preste más atención a las personas"
  1. Conozco las cosas que le gustan a mi hijo.
  2. Me posiciono bien para captar su interés.
  3. Busco la zona óptima de confort social de mi hijo.
  4. Elimino fuentes de distracción.
  5. Me uno al interés del niño y sigo su iniciativa.

  • Iniciamos la sesión compartiendo cómo ha sido la puesta en práctica, en casa con sus hijos, de los cuatro primeros pasos ya trabajados. Los papás comentan situaciones que han provocado o grabado de interacción con sus hijos y las observaciones llevadas a cabo.
                 - Más contacto ocular en las interacciones.
                 - Nuevas ideas para atraer su atención a nuestra cara (objeto en la cabeza).
                 - Encontramos la zona de confort del niño para evitar berrinches.
                 - Observación para encontrar juegos idóneos para favorecer interacción.

  • Analizamos en un vídeo de internet sobre el método Hanen, los siguientes minutos: 
           01:02-01:38sg: - ¿Cómo vemos a la mamá?¿Qué cambiaríamos?
           03:12-03:46 sg  - Mejoras que introduce la mamá en el juego.


  • Nos unimos al interés del niño: Esta estrategia nos va a permitir estimular aspectos que sabemos que son básicos en el aprendizaje y que se adquieren a través de la interacción como son, tomar turnos, la imitación y mantener la atención en la actividad. A medida que el adulto se incorpore al juego del niño, lo siga y se involucre, la atención del niño hacia él aumentará y esto facilitará la consecución de nuestros objetivos.
        ¿Qué hacemos para unirnos al interés del niño?

Ø    Escuchamos de forma activa.
Nos colocamos delante, de forma que sea fácil hacer contacto ocular, observamos lo que el niño hace para comprender sus intenciones.

Ø    Narramos lo que vemos que hace el niño.
Describimos el juego del niño sin interrumpirlo o cambiar su centro de atención.
Añadimos  sonidos, onomatopeyas exclamaciones ( oh! Hala! OH no!); palabras de los objetos y de las acciones ; o frases cortas.
De esta forma empezará a reconocer y asociar el nombre con los objetos y acciones .Dando funcionalidad al lenguaje.

Ø    Imitamos las acciones del niño.
Crearemos situaciones de interacción imitando o reflejando lo que hace el niño.
Nos situaremos frente a él y jugaremos con el mismo objeto que tiene el niño, realizando la acción que hemos observamos. Nos detendremos y esperaremos una respuesta del niño. (Es el turno del niño). Continuaremos imitándole y parando para observar su reacción. De esta forma generamos una alternancia de turnos.
Hay que tener en cuenta qué juguetes son más adecuados para  poder interactuar de esta forma con el niño. Los juguetes de piezas (bloques, construcciones…) coches, vías del tren…. Estos juguetes ofrecen más posibilidades de acción y permiten repetir la misma acción varias veces generando juego y más oportunidades de interacción. 

Como ayuda para la práctica, os dejamos la siguiente secuencia:
     - Coger otro juguete igual que el niño y realizar las acciones que él hace.
     - Introducir sonido, nombre del objeto, acción...que acompañe al juego.
     - Detenerse y esperar la respuesta del niño. Es el turno del niño.
     - Repetir varias veces, respetando los turnos.
Se podría también añadir otra acción que haya visto realizar al niño y reiniciar la secuencia.
            
Ø    Ofrecemos ayuda.
En todo momento el adulto se sitúa como compañero de juego, ofreciendo las piezas. Favoreciendo las elecciones y peticiones según sus intereses.

  • Como resumen y para ayudar a interiorizar todo lo anteriormente expuesto, visionamos y posteriormente comentamos el siguiente vídeo:


  • De nuevo, os proponemos practicar en casa las estrategias que hoy hemos aprendido. Dejamos el ejemplo que se realizó durante la exposición por si os sirve de ayuda.


  • Y también os dejamos el siguiente vídeo: "Autismo, Terapia de imitación" Raúl Espert (DailyMotion) que puede ilustrar un poquito los aspectos comentados:




"NOS UNIMOS AL INTERÉS DEL NIÑO Y HACEMOS MENOS PARA QUE ÉL HAGA MÁS"

viernes, 1 de marzo de 2019

2ª sesión: Buscando la mirada del niño

APRENDIENDO A COMUNICARNOS

Objetivos en esta sesión:
  1. Desarrollar estrategias que ayuden al niño a prestar más atención a las personas.
  2. Aprovechar cualquier situación del día a día para establecer un momento de comunicación.
      
     DIFICULTADES PARA COMUNICARNOS:
  • Pudimos ver en la sesión anterior que la interacción entre el niño y los padres en un desarrollo evolutivo normal, tiene lugar de forma natural . Y esto es así porque el bebé viene al mundo programado desde su nacimiento para interactuar con el mundo que le rodea, para explorar y experimentar con los objetos, pero sobre todo, para mirar, oír e interaccionar con las personas que les rodean. Esa es su actividad preferida. Es un ser social por naturaleza y es así, como van descubriendo el mundo que les rodea. 
    Pero, vimos que en los niños que presentan trastornos del desarrollo o TEA esto no es así. Comentamos entre todos lo que nos llama la atención en la forma de interaccionar el niños con la mamá en el siguiente vídeo.


  • Aunque sabemos que cada niño con TEA es único, con un conjunto personal de capacidades y dificultades propias, en mayor o menor medida, todos los niños pequeños con autismo, por definición, se ha podido comprobar que presentan este conjunto de dificultades que hemos ido viendo en el vídeo:
    1.  Les cuesta prestar atención a las personas (COMUNICACIÓN)
    2.  No están motivados por interactuar con otros niños o adultos (SOCIALIZACIÓN)
    3.  Aunque disfrutan con los objetos o juguetes los utilizan de forma inusual o repetitiva y pueden manifestar dificultades a nivel de conducta, tipo rigidez de pensamiento o estereotipias (CONDUCTA).


  • El bebé con TEA no muestra tanto interés como los demás niños por mirar e interactuar con los demás. Las investigaciones apuntan que vienen al mundo menos "sintonizados" hacia el resto de las personas y les parece más interesante y predecible la interacción con los objetos. Con lo cual, el bebé con autismo se pierde muchas de estas oportunidades de aprendizaje social (las caras, los gestos, los tonos de voz…) que son fundamentales para el desarrollo de la comunicación. No comprenden que con su conducta pueden modificar la de los demás. 
  • ¿Por qué ocurre esto? Sólo decir que tiene que ver con dificultades a nivel cerebral, existen áreas del cerebro especializadas en los aspectos del aprendizaje social como el contacto visual y las respuestas emocionales al otro, que no funcionan como sería de esperar. Y se producen, además, menos conexiones neuronales en regiones del cerebro relacionadas con los sentidos de la vista, el oído y el tacto que hacen que el niño no encuentre sentido a las percepciones, a la información que le llega por estas vías por lo que, no son capaces de dar una respuesta ajustada al medio, especialmente, en lo relacionado con el aprendizaje social y la comunicación.
  • Afortunadamente, a edades tempranas el cerebro posee una gran plasticidad y una gran parte de su desarrollo se va a producir después del nacimiento, por lo que con las estrategias y las experiencias adecuadas, podremos acercarlo al camino que se recorre en un desarrollo evolutivo típico. Sabemos que sus formas de comunicación son distintas, muchas veces no son ni naturales ni espontáneas. Vosotros los padres, vais a tener que tener que trabajar para que aparezcan, vais a tener que provocarlas, enseñarlas.
  • Y esto es lo que vamos a empezar a hacer: ayudaros a desarrollar estrategias que os faciliten la interacción con vuestros hijos teniendo como punto de partida la observación. Sabemos que los niños aprenden de las experiencias vividas con los demás. Si ellos, como hemos dicho, tienen dificultades para prestar atención a las personas, tendremos que ayudarles en este aspecto para que no se pierdan ninguna experiencia de aprendizaje. 

 ¿QUÉ HACER PARA QUE EL NIÑO PRESTE MÁS ATENCIÓN A LAS  PERSONAS?

      Descubrir qué le llama la atención.
  • La mayoría de los niños con TEA se sienten motivados a manipular objetos, a realizar efectos de interés con los objetos favoritos. Para poder iniciar interacciones debemos conocer qué le gusta en los diferentes momentos del día. Qué le interesa hacer en la rutina del baño, comida, juegos… momento de parque, antes de acostarse….
  • Nuestro objetivo será generar el mayor número posible de interacciones vinculándolas a las actividades gratificantes y favoritas en los diferentes momentos del día.
      Posicionarse bien para captar su interés.
  • El adulto tiene que ser flexible para buscar la mirada del niño. Ir al encuentro con su mirada Hay que colocarnos de frente, a su altura, cara a cara. De modo que nos pueda ver los ojos y la cara. El rostro es fundamental para entender las intenciones, sentimientos y expresiones de los demás .Los niños con TEA no se fijan en los demás y esto les dificulta poder entendernos. Hay posturas de los niños que facilitan el encuentro con la mirada del adulto:
    • Tumbado boca arriba- en momentos de cambio de pañal, de juegos interactivos en la cama, sofá. Nos va a permitir conectar con su mirada más fácilmente.
    • Tumbado sobre las piernas del adultos en momentos de cosquillas, canciones con las manos y dedos…
    • Sentados en el suelo o en una silla en momentos de juegos con los objetos. El adulto se colocará enfrente a su misma altura.
    • Momentos del baño, es conveniente que estemos de rodilla y enfrente para que nos vea mejor.
    • Sentados en” puf de bolitas” los niño pueden sentirse cómodos para ver una cuento o para cantar.
    • Sentados en la trona para comer. El adulto se situará en otra silla enfrente de él para interaccionar mientras le ofrece la comida.
    • De pie .Debemos cuidar la posición del adulto, bajando a su altura y colándonos enfrente al vestirles, y desvestirles, al ponerles el abrigo… Cuando se dirigen a nosotros para mostrarnos algún objeto…
     Definir la zona óptima de confort social.
  • La distancia natural para que un niño se sienta a gusto suele ser la distancia que corresponde cuando alargamos el brazo y podemos tocar la cara del niño y los objetos que se encuentran entre nosotros. Si observamos que nuestra cercanía le incomoda debemos alejarnos y acercarnos progresivamente. Observaremos sus comportamientos de rechazo ( da la espalda, retira la mirada…) respetándolo.
  • Con los padres está distancia, en muchos casos, no es tan importante. El vínculo emocional les permite mayor aceptación.
     Eliminar distracciones.
  • Sabemos las dificultades de integración sensorial que muestran los niños con TEA, es importante cuidar el ambiente, eliminando todos los distractores del niño en los momentos de interacción. LA TV, ordenadores, tablets pueden dispersarles por los efectos de luz, color, sonido….
  • El exceso de juguetes, no les permite centrar su actividad. Es preferible ordenarlos en cajas transparentes. En las situaciones de interacción con una persona es preferible respetar este tiempo sin intrusión de otros.
     Unirse al interés del niño y a su iniciativa.
  • Vamos a practicar cómo prestar atención a lo mismo que el niño, en lugar de dirigirles. Tendremos en cuenta: La escucha activa (colocarnos delante, contacto visual); narrar lo que observamos añadiendo sonido, palabras, frases cortas; ofrecer ayuda e imitar las acciones del niño.
  • Seguiremos en la próxima sesión desarrollando estas estrategias, en especial ésta última y llevándolas a la práctica del día a día.

"EL NIÑO NO APRENDE A COMUNICARSE POR SÍ MISMO, APRENDE A TRAVÉS DE LA INTERACCIÓN CON EL MUNDO Y ÉSTA SE DESENCADENA A PARTIR DE LA BÚSQUEDA DE LA MIRADA DEL NIÑO"