¿POR QUÉ SE DAN ESTAS FOBIAS O DESBORDES EMOCIONALES?
1. Sobrecarga sensorial: Mi cerebro filtra y analiza de forma diferente la información que me llega a través de los sentidos. Hay sonidos, texturas, luces, olores, aglomeraciones, etc. que me molestan mucho, incluso pueden darme miedo. Conoce cuáles son y evita exponerme a ello.
2. Frustración: no siempre logro lo que quiero hacer y ello provoca que me frustre. Mi nivel de tolerancia a la frustración es a veces muy pequeño. Si haces las cosas conmigo o me ayudas a lograrlo, me frustraré mucho menos. Cuanta más autonomía tenga, mi frustración será menor.
3. Problemas de comunicación: A veces no entiendo o no puedo expresar lo que quiero decir. Habla despacio conmigo, de frente, con palabras sencillas y divide en frases cortas y concretas lo que quieres decirme. Utiliza apoyo visual y entenderé mejor. Interactúa en estrecha proximidad, cara a cara, al mismo nivel de mis ojos.
4. Acontecimientos inesperados: Cuando nos salimos de la rutina o me expongo a situaciones que no tenía previstas, me puedo alterar. La anticipación y el apoyo visual así como un entorno estructurado me ayudan siempre porque me dan seguridad al saber lo que va a ocurrir.
5. Dificultad para canalizar emociones: Todas las emociones están dentro de mí, pero a veces me cuesta ordenarlas en su contexto adecuado. También puede resultarme complejo entender por qué tú te sientes de cierta manera ya que no estoy dentro de tu cabeza. Necesito trabajar las emociones y la teoría de la mente.
6. Mala interpretación de normas sociales: necesito ayuda para distinguir las conductas adecuadas de las inadecuadas, las normas básicas de relación con los demás, las respuestas adecuadas ante diferentes situaciones (cómo resolver un conflicto con un compañero), desarrollar habilidades sociales como la conversación, estrategias para hacer amigos.
¿QUÉ NO HACER?:
¿QUÉ PODEMOS HACER?
- Tableros de normas y conductas adecuadas e inadecuadas vamos a poder trabajar la regulación emocional, explicar las normas de relación con los demás y habilidades sociales (saludar, respetar turnos…).
- Con las historias sociales podemos enseñar formas de comportarse en situaciones menos frecuentes, anticipar los cambios o acontecimientos inesperados…
- Con las agendas anticipamos las actividades de la rutina y con temporizadores marcamos la duración de alguna de ellas que le cueste más abandonar.
- Pondremos a su disposición un comunicador si fuera necesario ya que evita frustración y problemas de incomunicación en niños más mayores.
- El entorno: cuidar y estructurar el ambiente en el que se va a desarrollar la rutina o la conducta les ayuda a entender y anticipar la situación. Por eso son tan importantes las rutinas: porque si se realizan siempre de la misma manera, en el mismo espacio, secuenciando las actividades en el tiempo…poco a poco el niño puede ir anticipando lo que va a ocurrir. Esto le va a dar pistas para comprender mejor lo que sucede a su alrededor y le proporciona seguridad y le da autonomía. (Ejemplo de la rutina de sueño: cuidar la luz, el ruido ambiental, la textura de la ropa…aunque sepamos que algunas veces hay un componente orgánico que no podemos controlar).
- Acompañar nuestro lenguaje de gestos o un sistema de comunicación basado en gestos y moldear al niño para la adquisición del hábito que queremos instaurar son técnicas que facilitan su autonomía y bienestar y evitan frustraciones. Iremos retirándonos a medida que él sea más capaz (Encadenamiento hacia atrás).
- Trabajar las emociones (las propias y las de los demás) sobre todo ante los problemas de regulación (pensamiento dicotómico enseñar para determinadas situaciones el grado de frustración que corresponde con un termómetro de emociones: molesto, enfadado o furioso).
- Simular situaciones: recrear situaciones similares a la que tiene que vivir pero con muñecos por ejemplo o teatralizadas cuando son más mayores, le ayuda a desenvolverse y habituarse a situaciones desconocidas (por ej cortamos el pelo a la muñeca, practicamos cómo pedir el juguete al amigo…)
- Rincón o kit sensorial: Facilitar al niño objetos que proporcionen sensaciones de tacto profundo o propioceptivas, que sean calmantes le permitirá afrontar situaciones estresantes para el niño (aglomeraciones, centro médico…) le ayudará a relajarse y no entrar en crisis. Ofrecerles elección (te puedes llevar los dinosaurios o los números o el fit antiestrés) siempre que sea posible. Cada persona con TEA tiene sus distracciones, que será útil conocer para poder anticipar situaciones problemáticas y evitar tiempos muertos.
- Lenguaje proactivo-positivo. Muchas veces el uso del NO ya les predispone o les bloquea. Intentar utilizar un lenguaje en positivo y recurrir a estrategias como distraerles, bromas o juegos que les gusten, que los vuelva más receptivos emocionalmente para luego poder intervenir. La utilización de un lenguaje positivo, claro y conciso, con un tono de voz bajo, es esencial en la disminución de conductas agresivas.
- Desensibilización sistemática: Consiste en llevar a cabo un programa de acercamiento progresivo al estímulo que le genera malestar excesivo. Es útil en el caso de las fobias o reacciones de ansiedad excesivas (no querer ponerse o quitarse la ropa, cortarse el pelo…) Suelen estar provocadas por la presencia de experiencias sensoriales como hipersensibilidad táctil o auditiva con lo que en algunos casos la anticipación de adaptación del entorno será una gran ayuda. Las fobias, por muy irracionales que nos parezcan, requieren un trabajo muy planificado y secuenciado
6. Paciencia y empatía: Debemos entender que sus dificultades de procesamiento de la información le están dificultando hacer las cosas como nosotros quisiéramos. No actúan así porque son maleducados o porque quieran fastidiarnos.Sabemos que cuando las conductas son de difícil manejo, producen gran desgaste emocional en la familia y estos sentimientos mueven nuestra forma de actuar y, en ocasiones, las familias se aíslan un poco, reducen las salidas o evitan lugares a los que antes solían ir por el miedo al qué dirán.
Se trata de cambiar la mirada y empatizar con el niño, ser conscientes de que ellos se esfuerzan por adaptarse. No debemos fijarnos solo en las dificultades si no que, aceptando que el niño tiene dificultades para procesar la información del entorno y dar una respuesta ajustada, nosotros facilitemos entornos para que las emociones del niño y las nuestras propias no se desborden y busquemos estrategias que nos ayuden a sentirnos todos bien porque sabemos que poco a poco, irán aprendiendo a regularse.7. Ensayos sistemáticos: hay que practicar regularmente las estrategias seleccionadas, sin dejar que pase mucho tiempo entre un ensayo y otro, en el caso de una conducta o sistemáticamente todos los días si se trata de un hábito. Las conductas no cambian de un día para otro.
8. Evaluación: analizar si las consecuencias de la conducta están reforzando la conducta inadecuada (el niño se tira al suelo y mamá para no sentirse juzgada me da algo que yo quiero). Valorar si la conducta no genera daño o malestar a nadie (correr por el parque) en ese caso, no nos empeñemos en que desaparezca si no que intentemos incorporarla en un juego social o la utilizamos como refuerzo. Es importante siempre analizar lo que funciona y lo que no funciona.
PRÁCTICA:
- En grupos, vamos a analizar los casos prácticos que nos habéis enviado e intentaremos averiguar qué puede estar produciendo estas conductas y propondremos estrategias para intentar solucionar el conflicto. Luego lo ponemos en común en gran grupo.
1. Coherencia entre todos los adultos implicados: Cuando las estrategias a utilizar no están consensuadas corremos el peligro de confundir al niño.
2. Consistencia en su puesta en práctica: si cada día respondemos de manera distinta o exigimos diferente respuesta al niño, en función de nuestro estado de ánimo, el niño será incapaz de saber qué es lo que esperamos de él y lo que estaremos consiguiendo es reforzar conductas que queríamos erradicar.3. No Perder el control: Todo el mundo puede tener un mal día o mostrar menor tolerancia a la frustración, pero es necesario ser consciente de los propios límites y reconocer cuando no estamos preparados para afrontar la situación dando paso a nuestra pareja, abuelo u otra persona que pueda llevar a cabo la intervención de manera ajustada.4. Hablar en exceso: ya hemos comentado la dificultad que tienen vuestros hijos para entender el lenguaje, es poco significativo para ellos. Por ello recurriremos a otras ayudas que refuercen el mensaje oral que debe ser corto y claro.5. Regañar, castigar: Todas las conductas desadaptadas cumplen una función, por lo que regañar no siempre la reemplaza por otra más funcional. A veces, incluso la refuerza porque muchas veces el niño no sabe que su conducta es negativa y al mismo tiempo no sabe generar comportamientos más adaptados de manera espontánea.6. Dar tiempo: Es importante que les demos tiempo para poder abordar estos retos por sí mismos. Los aprendizajes llevan tiempo y debemos ser pacientes y constantes.7. Ser firmes. Poner límites: Sabemos que para los padres supone una carga emocional que a veces nos supera, pero debemos aprender a combinar la firmeza con la tranquilidad y la seguridad de hacer lo que hemos decidido hacer en cada circunstancia.
Os dejamos enlace a documentos que os den más ideas sobre estrategias que podemos poner en marcha para afrontarlas (pinchad en las imágenes).
CLAVES PARA AFRONTAR LAS DIFICULTADES EN EL HOGAR: También extraídas del blog Doble Equipo (pinchar en la imagen).
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