domingo, 7 de mayo de 2023

QUÉ ENTENDEMOS POR COMUNICACIÓN

Comunicar: es ser capaz de compartir con otra persona lo que siento, necesito, lo que me gusta o no me gusta. Pero este mensaje tiene que llegarle a alguien, por lo tanto, para que haya comunicación tiene que haber, al menos, dos personas implicadas e interesadas en la comunicación.

¿Cómo se comunican los niños muy pequeños o bebés cuando... tienen sueño, hambre, cuando quiere jugar, salir a la calle, cuando quiere un juguete y no llega a cogerlo por sí mismo?.
Los niños se comunican mediante: el llanto, la sonrisa, la risa, los gritos, las miradas, las vocalizaciones, los gestos (como estirar la mano, pedir "aupa", dar palmadas, señalar...), entregar un objeto, llevar de la mano, expresiones faciales, o incluso con las primeras palabras.

VÍDEO:  analizamos dos situaciones comunicativas prestando atención a qué hacen los niños (cómo se comunican) y cómo responden sus padres.

1.  BEBÉS NEUROTÍPICOS. "Responda a los intereses de su hijo". 
         
 
             (web "Antes de las primeras palabras" RecerCaixa).
Niños:
  • Ninguno de esos niños del video habla, sin embargo, están comunicando.
  • Los niños muestran interés por los objetos y lo comparten espontáneamente con los adultos. 
  • Muestran interés por el adulto (señalan, entregan el objeto, lo enseñan, miran al adulto, vocalizan...). 
  • Toman iniciativa en la comunicación.
Adultos:
  • Los adultos le acercan objetos, señalan esos objetos que a los niños les interesan, imitan lo que hace el niño, ponen palabras.
  • La actitud y la posición de la mamá: el adulto está predispuesto, sentado a su lado y a su altura, cara a cara. Es una situación cómoda, fluida y espontánea.
  • Los padres observan al niño y se dan cuenta de lo que les interesan a los niños y hablan sobre eso. Esta respuesta contingente a los intentos comunicativos del niño en torno a sus intereses es clave para potenciar las primeras palabras.
  • De esta forma se establece una especie de diálogo entre madre e hijo, estableciendo de alguna forma turnos de palabra-->Se produce una interacción bidireccional basada en el interés en el otro. Este interés por el otro fundamental para LA COMUNICACIÓN

2. BEBÉ CON AUTISMO. "Mi precioso hijo de 2 años"

  

Niño.
  • ¿Cómo se comunica? Instrumentalizando, con chillidos, no emplea mirada, no señala, aproximación a palabra tras modelo “dodo” chupete.
  • ¿Qué comunica? pide aúpa alzando manos, pide mimos y salir afuera instrumentalizando a la mamá (le coge la mano y se la lleva a la cabeza, la coge del vestido y la lleva a la puerta). Nombra números, pero en este momento no está comunicando. No está dirigido a la madre.
  • ¿Cómo expresa su alegría o enfado? Aleteos, chillidos.
  • ¿Qué hace el niño? ¿cómo juega? Coloca los números, los ordena. Se lleva los números a la ventana cuando su madre se los toca. Siempre los coloca en el mismo orden dejando el cero separado.
  • ¿Tiene en cuenta al adulto a la hora de jugar? No
La mamá.
  • ¿Cómo responde la mamá? La mamá intenta jugar con él nombrando los números, le pregunta qué número es, narra lo que hace (“te llevas todos números...) y lo interpreta, le desordena los números sin avisar, se los saca...
  • Esta mamá tiene mucho más difícil la comunicación con su hijo.

Vemos por tanto que los niños en el espectro se comunican, pero no de la manera como lo hacen los bebés neurotípicos, quizás no señalan, no nombran, no establecen contacto ocular, no imitan…
Muchas veces son comunicaciones a través de sus conductas (como por ejemplo, correr de un lado para otro o agitar las manitas) y que los adultos interpretamos. Nos están mostrando lo que les gusta, lo que les molesta, cómo se sienten, qué quieren de nosotros… 
Están comunicándose, pero no de una forma clara ni con la misma espontaneidad e intencionalidad que los otros bebés.

LA INTERACCIÓN COMO BASE PARA LA COMUNICACIÓN

Cuando los bebés recién nacidos lloran manifestando su malestar (hambre, sueño, incomodidad...), los padres interpretan ese llanto y responden (dan de comer, le ayudamos a dormir..etc), es decir, le ofrecemos una respuesta que les es placentera. De esta manera los papás iniciamos las interacciones y le ayudamos al bebé a descubrir que hay un otro que le ofrece una respuesta.


El interés del bebé por algo que le produce placer lleva a que sus acciones se repitan y que el bebé aprenda que cuando él sonríe el adulto le hace moñerías, y que cuando llora le hacen aúpa o le dan de comer, y esto hace que el bebé haga esas acciones de forma intencionada y por tanto pueda iniciar esa interacción. El bebé ha descubierto al otro.

En otras ocasiones el adulto inicia y el bebé responde. El descubrir que hay un otro que les da placer es fundamental, es la clave en el desarrollo de la comunicación ya que ésta debe ser bidireccional: uno inicia y el otro responde y la interacción continúa alternando las respuestas de uno y otro en base a un interés común, de forma tal que estamos conectados

¿Qué ocurre con los niños en el espectro? 

Las necesidades del bebé son las mismas y a pesar de que los padres hayáis ofrecido una respuesta a las manifestaciones de vuestro bebé o que hayáis intentado iniciar la comunicación con moñerías, no habéis conseguido que posteriormente se produzca esa interacción bidireccional, el niño no continua con la comunicación, y sin darnos cuenta, como el niño reclama menos y responde menos a nuestra comunicación, poco a poco iniciamos menos interacciones con el niño.

Porqué ocurre esto?
Las personas con el cerebro “neurotípico” venimos al mundo con una serie de habilidades perceptivas, motoras, cognitivas y sociales que nos predisponen a la comunicación. Así, cuando somos bebés preferimos la voz humana frente a otros sonidos del ambiente, mostramos preferencia por los rostros humanos y tenemos una capacidad innata para la imitación social. Nuestro cerebro neurotípico está especializado en esto.


En cambio el cerebro TEA viene menos sintonizado a nivel social porque es menos hábil, en comparación con el neurotípico, para procesar la información simultánea necesaria en la interacción social (tiene conexiones más profundas pero menos cantidad de ellas entre las diferentes zonas del cerebro que se ponen en práctica en dicha interacción).

Por estos motivos, los niños autistas se sienten más cómodos con los objeto sya que son más predecibles, pueden controlarlos y les aporta una información más secuencial. Las personas en comparación con los objetos, hablamos, nos movemos y no siempre igual. De ahí que veamos que los niños autistas pasan más tiempo mirando las acciones con los objetos o los objetos mismos que mostrando interés por las otras personas.


Los niños aprenden mirando a los otros niños y adultos. Así aprenden infinidad de cosas, no necesitan descubrir todo por sí mismos, miran, imitan y aprenden de la experiencia de los otros. Entonces, que pasa si el niño autista tiene menos interés social?

Si tiene menos interés por las personas, las miran menos y entonces se pierde muchas oportunidades de aprendizaje social (las caras, los gestos, los tonos de voz, las emociones, el lenguaje, la interacción social, las acciones de los otros) que son fundamentales para el desarrollo de la comunicación social y el juego. Por eso les cuesta darse cuenta que con su conducta pueden modificar la de los demás, es decir, por eso les cuesta descubrir que hay otro que puede satisfacer sus necesidades y sentir placer con él.


Sabemos que afortunadamente a edades tempranas el cerebro posee una gran plasticidad y una gran parte de su desarrollo se va a producir después del nacimiento. Con las experiencias adecuadas, aplicando estrategias específicas, podremos ayudar a los niños autistas a aumentar su interés social e ir accediendo a ese aprendizaje, aunque nunca dejará de ser un niño o adulto autista, esto siempre les va a costar más esfuerzo que a un niño neurotípico cuyo cerebro es especialista en el campo social. El cerebro autista es especialista en otro tipo de tareas, más de análisis.


QUÉ HACER PARA QUE TU HIJ@PRESTE MÁS ATENCIÓN A LAS PERSONAS

Un pilar fundamental en el trabajo con los niños autistas será ayudarles a interesarse por el otro. Nuestro objetivo será que nos descubran, que sepan que estamos ahí para ayudarles, para disfrutar juntos. Para eso vamos a tener que esforzarnos y crear situaciones que propicien esta comunicación, porque no fluye y ni es tan espontáneo como con los otros niños, vais a tener que aprender a leer otras señales comunicativas y a buscar la forma de ser más interesante para el niño partiendo de sus intereses

Tendremos que esforzarnos en generar el mayor número posible de interacciones vinculándolas a las actividades gratificantes y favoritas en los diferentes momentos del día. Así los niños estarán más motivados e interesados por nosotros, y por lo tanto tendrá más oportunidades de aprendizaje y estará más predispuesto a aprender. 
Todos aquí tenemos la experiencia de que cuando algo nos motiva, nos interesa, nos da curiosidad, aprendemos mejor y más rápido, hace que tomemos más iniciativa y más espontaneidad y esto es lo que buscamos en nuestros niños. Buscamos niños contentos y motivados...Necesitamos saber que les interesa, para partir de ahí.

1. Descubrir qué llama la atención de tu hijo.


Tenéis que observar a vuestros hijos: que juegos, juguetes y acciones les gusta más. Habrá quienes les guste mucho ver mover los trenes, otros jugar con el agua o la arena, otros que quizás disfruten más de las cosquillas o las pompas o de la música y las canciones que les cantáis. Es importante que observéis de qué disfruta en los diferentes momentos del día, para que podáis emplearlo para aumentar las probabilidades de que os preste atención.

Esto a veces no es fácil de observar, a veces parece que nada les interesa, porque sus intereses son muy diferentes a los habituales y a la percepción del adulto. Para ello va a ser clave la observación.

2. Posicionarse bien para captar su interés: cara a cara y comodidad.


El adulto tiene que ser flexible para buscar la mirada del niño. Ir al encuentro con su mirada Hay que colocarnos de frente, a su altura, cara a cara, agacharnos, sentarnos cada vez que nos dirijamos a ellos: al ponerle el abrigo, al mostrarle algo, al comer, al jugar, etc.... De modo que nos pueda ver los ojos y la cara. 
El rostro es fundamental para entender las intenciones, sentimientos y expresiones de los demás. Los niños con TEA no se fijan en los demás y esto les dificulta poder entendernos.

Esto no quiere decir forzar al niño a que nos miren, sino que le sea más fácil mirarnos. Si no nos agachamos, ellos tienen que tomar más iniciativa que si estamos de frente.


Por ejemplo, cuando leemos un cuento, podemos ponernos de frente con el libro en el medio entre los dos. Al jugar podemos hacerlo en una mesa o sentada en el suelo o al ayudarlos a vestirse o en el cambio de pañal, hacerlo de frente y agachados.
Es importante que tanto el niño como nosotros estemos cómodos, a veces nos ayuda emplear sillas bajas o un puf.

3. Definir la zona óptima de confort social.


Cuando buscamos la mirada de los niños, ellos pueden sentirse incómodos y mostrar comportamientos de rechazo (dar la espalda, se aleja con los juguetes, nos retira la mirada…). Es como mirar a un desconocido en el ascensor, evitamos esa mirada porque nos incomoda.

Si observamos que nuestra cercanía incomoda a nuestr@ hij@, debemos alejarnos y volver a acercarnos progresivamente. Hay que respetarlo, posiblemente desde más lejos, os resulte más fácil buscar su mirada . Otras veces a los niños les resulta más fácil prestar atención al rostro humano mirando la imagen reflejada en un espejo.

La distancia natural para que un niño se sienta a gusto suele ser la distancia que corresponde cuando alargamos el brazo y podemos tocar la cara del niño y los objetos que se encuentran entre nosotros. Habrá quienes necesiten más y quienes estén a gusto con menos. Esta distancia con los padres no es tan importante. El vínculo emocional les permite mayor aceptación y cercanía.

4. Eliminar distractores.


Sabemos las dificultades de integración sensorial que muestran los niños autistas (teoría del embudo de Daniel Millán López). Es importante cuidar el ambiente eliminando todos los distractores del niño en los momentos de interacción. 
A veces puede ser un reflejo de luz, un espejo, la música o tele de fondo (aunque no sea de su interés), el sonido de un mensaje del móvil, la iluminación de una pantalla, o la aportación de un segundo interlocutor. 
Si un adulto está interaccionando con el niño y otra persona le habla, el niño pierde la atención y se distrae. Es importante respetar los turnos en la interacción, esperar a que el otro interlocutor se calle para poder hablar y captar el otro la atención del niño. En la medida que crezca el niño irá aprendiendo a cambiar el foco de atención de un interlocutor a otro más fácilmente, pero a esta edad les cuesta mucho cambiar el foco de atención de una persona a otra y no puede atender a ambas a la vez.

5. Eliminar competidores.


Ya hemos dicho que los niños con TEA tienen un menor interés social y mayor interés por los objetos, especialmente por los juguetes de pilas y las pantallas. No queremos competidores, salimos perdiendo. Si vamos a buscar la interacción y está la tele encendida o los juguetes de pilas de causa y efecto sonando será imposible, perdemos seguro. 
Así que tenemos que controlar el entorno.

A su vez, el exceso de juguetes no les permite centrar su actividad. Es preferible ir guardando los juguetes que no estéis usando por ejemplo en cajas transparentes para que ellos vean que están ahí y puedan pedirlos al adulto cuando las quieran.

6. Unirse al interés del niño y a su iniciativa: tu iniciativa, mi guía.


Cuando intentamos jugar con los niños es frecuente que intentemos enseñarles cosas queriendo llevar su atención a aquello que a nosotros nos interesa. Por ejemplo, si el niño está un rato en una actividad, por ejemplo, ordenando los números, intentamos llamarle para jugar con otro objeto. Esto no suele tener buenos resultados y es frustrante para los padres.

Lo que tenemos que hacer es justo lo contrario. Es decir, no intentar que preste atención a lo que a nosotros nos interesa, si no prestar atención a lo que a él le interesa y con lo que está jugando. Vamos a practicar cómo prestar atención a lo mismo que el niño, en lugar de querer dirigirles la atención a otro tipo de juego.

Esa atención compartida sobre lo que a él le llama la atención es clave para el aprendizaje, en ese momento el niño está mucho más atento a nosotros, a nuestras palabras o sonidos y gestos.

PRACTICAMOS: Hablamos sobre la comunicación y vemos que las formas de comunicación de los niños con TEA son distintas, muchas veces no son ni naturales ni espontáneas. Vosotros, los padres, vais a tener que tener que trabajar para que aparezcan, vais a tener que provocarlas, enseñarlas teniendo como punto de partida la observación de vuestros pequeños, sus intereses y necesidades.

Para ayudaros a llevar a cabo esa observación hemos planteado grupos de debate en los que reflexionamos sobre las siguientes cuestiones:
      • CÓMO SE COMUNICAN VUESTROS HIJ@S.
      • PARA QUÉ SE COMUNICAN VUESTROS HIJ@S.
      • QUÉ HACEN CUÁNDO QUIERE ALGO. 


"EL NIÑO NO APRENDE A COMUNICARSE POR SÍ MISMO, APRENDE A TRAVÉS DE LA INTERACCIÓN CON EL MUNDO Y ÉSTA SE DESENCADENA A PARTIR DE LA BÚSQUEDA DE LA MIRADA DEL NIÑO" 

 

FUNCIONES COMUNICATIVAS

Acabamos de ver (con la práctica anterior) que vuestros hijos también se comunican, aunque no siempre lo hagan de la manera esperada.

Las formas en las que puede comunicarse un niño con TEA varían muchísimo respecto de lo que estamos acostumbrados o respecto al desarrollo llamado normo típico: puede hacerlo llorando (se coloca delante del mueble y llora mirando aquello que desea), puede instrumentalizar (tirando del jersey de la mamá o llevando tu mano hacia el objeto que desea), puede señalarlo o puede decir alguna vocalización o palabra, etc.

Dentro del espectro del autismo, encontramos niños que se comunican de diferentes formas y esto pone en evidencia que se encuentran en diferentes etapas de la comunicación.

Hay cuatro parámetros que determinan en qué etapa de la comunicación se encuentra un niño autista:


Cómo se comunica el niño, las herramientas que utiliza para comunicarse, la forma de comunicarse.


 Para qué se comunica o sea la finalidad de su comunicación, qué desea conseguir.


Su nivel de comprensión del lenguaje que dependerá del nivel de simbolización del que sea capaz (ya dijimos que el lenguaje es meramente simbólico: una palabra representa un objeto, cualidad…Ej. coche en imagen y palabra coche).


Su capacidad para interactuar con otras personas, sus habilidades para relacionarse (por eso es tan importante lo que ha comentado antes Andrea, si el niño no se interesa por las personas, difícilmente se podrá comunicar).


¿CÓMO SE COMUNICAN?

En función de estos cuatro parámetros podemos hablar de 4 etapas de la comunicación. Vamos a ir viendo qué caracteriza a cada una de estas etapas, cómo se comunica el niño con TEA dependiendo de la etapa de la comunicación en la que se encuentre.

1. Etapa de los intereses propios:

¿Qué caracteriza a esta etapa? Niños que no parecen estar interesados en la comunicación con otras personas.

La comunicación es pre intencional: El niño no se comunica o comunica muy poco de forma intencional, no tiene en cuenta al interlocutor, sino que envía mensajes y somos nosotros los que interpretamos (por ejemplo, se coloca delante de la puerta). No es su intención comunicarse con nosotros si no, expresar su malestar, jugar, estimularse...

Es una etapa en la que el niño:

-Quieren hacer las cosas por sí mismos. Son niños que decimos independientes:  tratan de hacer y obtener lo que necesitan por su cuenta sin pedir ayuda.

-Pueden llorar o gritar para protestar, o reír cuando algo les agrada, pero no se comunican o se comunican muy poco intencionalmente.

-No cuentan aún con lenguaje oral para expresarse. No suelen utilizar gestos para compensar su falta de lenguaje, ni los comprenden bien si otra persona los realiza.

-Comprensión del lenguaje muy pobre: por lo general suelen comprender muy poco lo que se les dice, o mucho menos de lo esperable para su edad.

-Puede ser que entiendan las rutinas familiares ya que éstas tienden a repetirse de la misma manera. Esto hace que sean “anticipables”, aún sin entender las palabras que las median.

-Juego repetitivo y pobre, no dan uso funcional a los objetos o juguetes (pueden tender a rodar cualquier objeto que caiga en sus manos).

2. Etapa del pedidor:

Comunicación intencional: en esta etapa el niño cuando desea algo y sabe que por sí mismos no lo conseguirá es capaz de Instrumentalizar al adulto. Empieza a darse cuenta que sus acciones pueden producir un efecto en los adultos.


¿Qué caracteriza a esta etapa? Es una etapa en la que el niño:

 -Instrumentaliza al adulto para pedir: lleva de la mano al adulto hasta lo que desea o pone su manos encima del objeto que quiere que pongas en marcha, abras, etc.  Es el momento de enseñarle a señalar moldeando el dedo índice y tocando el objeto de su deseo a modo de "más".

-No cuentan apenas con lenguaje oral para expresarse y cuando  tienen vocabulario muchas veces no es funcional, no lo utilizan para comunicar. Pueden conocer los colores, los números, las letras....

-Comprensión del lenguaje muy pobre: de manera ocasional sigue instrucciones sencillas que son familiares si puede ver lo que tiene que hacer a través de apoyos visuales.

-Ya comprende los pasos de las las rutinas familiares y las ejecuta guiándose por paneles con claves visuales.

-Juego repetitivo y pobre, no dan uso funcional a los objetos o juguetes (pueden tender a rodar cualquier objeto que caiga en sus manos). Pero, empiezan a gustarle los juegos con un componente físico, los llamados sensoriales sociales, y interactúa con el adulto para pedir que continúe el juego con  miradas, sonrisa, sonidos o movimientos corporales si éste detiene la acción.

3Etapa del comunicador novel

Ya no solo hay intención si no que muchas veces ellos mismos cuando necesitan algo o están muy motivados toman la iniciativa, te buscan y comunican claramente sus deseos. o comparten sus intereses. Aparece la atención conjunta: miran el objeto y al adulto alternativamente. 

¿Qué caracteriza a esta etapa? Es una etapa en la que el niño:

-Niños que utilizan algunos gestos o palabras para comunicar: por ejemplo, señalan, realizan algunos sonidos o algunas palabras para decir lo que necesitan o quieren. Por lo general, en situaciones altamente motivantes.

-Interactúan un poco más con su familia o personas muy conocidas.

-Estos niños suelen comprender oraciones sencillas, conocen el nombre de objetos familiares y entienden SI / NO.

-Dicen palabras familiares (agua, papá, hola o adiós, no…) y algunas veces piden o responden repitiendo lo que se les ha dicho. A esto se lo llama ECOLALIA.

La Ecolalia es la repetición de palabras y/o frases exactamente como fueron escuchadas. Pueden ser “inmediatas” (repite lo que dijo la persona que le está hablando) o “diferidas” (traen de su memoria recuerdos de frases o conversaciones de dibujos animados, documentales, frases dichas por alguien en otros momentos, etc.).

-Dan uso funcional a juguetes o juegos de interacción: pelota. 

4.  Etapa del compañero: son comunicadores más efectivos que pueden hablar y seguir conversaciones sencillas.

¿Qué caracteriza a esta etapa? Es una etapa en la que el niño:

-Les cuesta expresarse con sus propias palabras. Por lo que muchas veces recurren a frases conocidas. Esto sucede más a menudo con situaciones no familiares o cuando no comprenden lo que se les ha dicho.

-Pueden hablar sin dificultad de sus intereses (que tienden a ser restringidos y sobre los que saben mucho). Les resulta difícil dar la información relevante en las conversaciones. Puede ser que hagan preguntas repetitivas cuando no saben de qué o cómo conversar, o si necesitan disminuir su ansiedad.

-Puede resultarles muy complejo entender las reglas de conversación. Por eso, les resulta difícil esperar su turno.

O a veces, hacen un monólogo extenso de aquello que les interesa. Aún sin prestar atención si alguien los está escuchando, o si alguien está interesado. Les cuesta encontrar otros temas de conversación.

-Su nivel de comprensión puede ser bueno, pero sin llegar a entender lenguaje abstracto, metáforas o chistes. Suelen ser sumamente LITERALES en su forma de hablar, así como de comprender aquello que se les dice.

-Con la mediación del adulto y enseñándole las reglas puede compartir juegos con otros niños. 

 

En general los niños, no están claramente en una etapa si no que suelen fluctuar entre una y otra. Es importante que identifiquemos la etapa de comunicación en que se encuentra nuestro hijo para tener una idea clara de las cosas que ahora mismo puede y no puede hacer. Así podrás ponerte metas alcanzables que tu hijo pueda conseguir, no frustrarnos porque le estemos pidiendo algo que no puede hacer y además, brindarle los apoyos que necesita.

Ej: nos podemos empeñar en enseñarle vocabulario: Ej. perro, di pe rro, cuando todavía no ha alcanzado un nivel óptimo de simbolización y por lo tanto le estamos pidiendo algo para lo que su cerebro no está preparado.

Es muy importante observar CÓMO se comunican nuestros hijos, por eso es tan importante la observación ya que nos dará pistas sobre cuáles son sus fortalezas y así poder ayudarlo y enseñarle poco a poco, otras formas de comunicación cada vez más apropiadas.


PARA QUÉ NOS COMUNICAMOS: Función reguladora


Sabemos que, en los niños con desarrollo típico, sin dificultades, esta comunicación es intencional. El niño se comunicará para:

- Protestar o rechazar alguna actividad que no le agrada: no con gesto, llanto...
-  Para pedir algo que desea o para obtener información sobre algo que llamó su atención (señalamiento).
- Responder a la interacción o solicitar interacción con los adultos para mostrar ago que llamó su atención: mediante gestos sociales (saludo, despedida) y la ejecución de órdenes sencillas.

Y entiende que con sus respuestas o comportamientos producen un efecto en las personas que le rodean. El niño por tanto está regulando la conducta del adulto.

¿Qué ocurre con los niños que presentan trastornos de la comunicación? Muestran menos predisposición a la interacción social, se centran en los objetos y tienen menos interés por comunicarse con las personas. Por esa razón los padres continúan, a medida que crece, satisfaciendo todas sus necesidades antes de que las pida, las manifieste ya que entienden que tienen que tomar todas las decisiones por él. 

Esto es lógico en los primeros meses, pero a medida que va creciendo, esto es un gran problema ¿por qué? Si decimos que el niño con TEA nace menos predispuesto a la interacción social, no tiene interés en las personas y además nosotros se lo damos todo hecho qué motivos va a tener para comunicarse?

Es tan importante saber CÓMO se comunica como conocer PARA QUÉ se comunica. ¿Es para pedir algo que desea? ¿Es para rechazar alguna actividad/sonido/comida que no le gusta? ¿Es para expresar su malestar o sus sentimientos? ¿Es para mostrar algo que captó su atención o sea compartir información y relacionarse con otros? Esto también nos da pistas de en qué momento de la comunicación se encuentra.

Una vez que conozcamos el propósito de su comunicación, también podrás ayudarlo a encontrar más razones para comunicarse y aumentar sus momentos de intercambio. 

Necesitamos empezar a trabajar de forma intencional aspectos de la comunicación que en un niño típico aparecen por sí solos como son la petición, el rechazo y la interacción.

¿Qué podemos hacer para estimular la comunicación?


1. Identificar la etapa de comunicación: Cómo y para qué, identificar qué es lo que motiva a vuestro hijo para comunicarse.

2. Adaptar nuestra forma de comunicación a su nivel de simbolización: metas alcanzables. Nuestra meta es la comunicación. El lenguaje verbal constituye un medio de comunicación, pero no es el medio exclusivo.  


Sabemos que adquirir el lenguaje supone haber desarrollado un alto grado de simbolización- Comentábamos en una sesión anterior que del coche como objeto a la palabra coche, media un proceso de abstracción, de simbolización para el que el cerebro del niño debe estar preparado. 
Siempre vamos a presumir competencia en el niño para el lenguaje oral, no vamos a desistir pero, mientras tanto lo importante es observar al niño y ayudarle a desarrollar un estilo comunicativo, a utilizar una herramienta comunicativa lo más funcional posible y a partir de ahí quizás podamos buscar el lenguaje.

Sabiendo que las personas con autismo son pensadores visuales, debemos proporcionarles:

- Claves visuales+ lenguaje oral para comprender, organizarse, aprender…
- o un Sistema aumentativo y alternativo de comunicación + lenguaje oral: Schaeffer o bimodal (uso de gestos o signos) o comunicadores para comunicar.

3. Buscamos Enseñar habilidades nuevas para: pedir, rechazar, relacionarse…en definitiva para comunicarse. Y estas formas de comunicación irán haciéndose progresivamente más complejas. ¿Cómo podemos hacerlo?

4. Creando multitud de oportunidades para practicar.

La idea es crear situaciones en las que el niño tenga que la necesidad de comunicarse y eso lo tenemos que practicar en todas las rutinas del día a día. Porque los niños aprenden a comunicarse en interacciones naturales, en su entorno cotidiano, utilizando y aprendiendo competencias del mundo real, de sus rutinas. Se debe priorizar la funcionalidad. Y para ello: 

  • Hacer menos para que el niño haga más: Debemos hacer esfuerzos por no adelantarnos a las necesidades del niño y darle tiempo para elaborar su petición. Tenemos que conseguir que el niño se comunique a lo largo del día y en diferentes actividades. 

  •  Esperar un poco que el niño haga una señal antes de darle lo que desea. De esta manera haremos que se desarrolle el repertorio de conductas comunicativas del niño (mirada, gesto con la mano, sonidos de protesta…) y que asocie que con cada una de esas formas de comunicación está enviando un mensaje al adulto que está ahí disponible y éste le proporciona lo que desea. 

  • Crear las oportunidades para practicar. Estrategias e ideas para desarrollar la petición o la protesta en el niño. 

ESRATEGIAS/ IDEAS PARA TRABAJAR LA PETICIÓN. 

Ø Activa un juguete de cuerda durante unos segundos, deja que se pare, aprovecha cualquier reacción sobre el juguete y vuelve a darle cuerda.

 

Ø  Infla un globo y suéltalo para que salga volando. Espera a ver si te lo trae para continuar el juego o bien pon el globo desinflado en su mano o déjalo en tu boca y espera alguna reacción por su parte para repetirlo.


Ø  Pon un juguete que le guste en un lugar al que no tiene acceso (fuera de su alcance) pero que lo esté viendo, un estante alto. Háblale de él si no lo ha visto, señálalo y espera su reacción

 

Ø  Poner algún juguete, cuento que le guste dentro de un recipiente transparente que no pueda abrir sin nuestra ayuda.


Ø  Abre un recipiente de pompas, sopla, ciérralo fuerte y entrégaselo o bien sujétalo delante de él o ella para incitarle a que pida continuar haciendo pompas.

 

Ø Juego de encajar formas en un bloque (triángulo, cuadrado o números) y ve proporcionándole las piezas de una en una para que las encaje. En un momento dado dale un animal o cualquier otro objeto que no corresponde al juego. Espera su reacción y comenta de forma exagerada.



Ø  Pon a su alcance materiales para realizar una actividad que le guste pero que necesite de otros elementos para completarse, por ejemplo, un puzzle al que le falta una pieza. Cuando se de cuenta espera a ver cómo reacciona, comenta lo que falta y proporciónaselo.


Ø  Igualmente, con el puzle o el encajable de piezas, quédate con la mayoría de las piezas y ve proporcionándoselas de una en una obligándole así a realizar peticiones.


Ø  Inicia un juego de interacción o juegos de cachorreo como cosquillas, caballito…y después de un rato congela la acción a la mitad y espera algún indicador de que el niño desea que continúe el juego. Cuando esto se produzca inicia o continúa el juego que estabas haciendo.  


Ø  Canta canciones que le gusten y que ya le resulten familiares. En un momento dado de la canción para y espera su reacción a ver si continúa, dice o canta lo que falta, hace el gesto que corresponde, etc


Ø  Lo mismo podemos hacer con los cuentos ya conocidos. Por ejemplo, los de kalandraka, luna, luna o el cocodrillo verde….


Ø  Dar a elegir entre dos objetos, juguetes, alimentos…Presentarle, en un primer momento, uno que le guste y otro que no para que le sea más fácil la elección.

 

El nivel de exigencia en la respuesta (lo que le vamos a pedir) ante la situación generada, dependerá del nivel de comunicación de cada niño.

Para algunos será suficiente que se acerque al lugar donde está el objeto de deseo, a otros le pediremos, por lo menos, que instrumentalicen al adulto para conseguirlo, otros serán capaces de señalar y otros incluso de nombrar.

Insistimos, debemos adaptarnos a su nivel de comunicación e irle pidiendo un poquito más cada vez. No nos anticipamos: observamos y ofrecemos respuesta.


PRÁCTICA:  En la rutina de la comida. 

Vamos a practicar, el próximo día seguiremos haciéndolo con el juego pero hoy vamos a empezar a ponerlo en práctica en una rutina de la vida diaria como es la comida.

  • Mostrar los alimentos antes de servir diciendo lo que vamos a comer. Por ejemplo: "Vamos a comer macarrones, ¡qué ricos!”. DARLE LA OPORTUNIDAD de que nos mire, señale, intente alcanzarlo, nombre el alimento o haga su gesto, diga una frase “quiero...” o la signe (según las posibilidades de cada uno).
  • Dejar alimentos o bebidas a la vista, pero sin que pueda alcanzarlos por sí mismo. Esperad a que intente alcanzarlo por sí mismo, para darle el ejemplo de lo que debe decir o signar.
  • Crear situaciones” atípicas” en las que falte algún elemento/alimento que necesita y/o desea. Por ejemplo: Ofrecerle el alimento y dejar los cubiertos fuera de su alcance, pero a la vista, para que os los tenga que pedir.
  • Presentar los alimentos que le gustan de forma que os tenga que pedir ayuda para conseguirlos. Darle el yogur o galletas cerradas o dentro de un tupper transparente. Si no nos lo entrega por iniciativa propia, el l adulto le dirá “dame” extendiendo la mano para que se lo entregue.
  • Dejar la botella de agua, el brick de zumo o de leche cerrados para que os pida ayuda. Esperad a que os instrumentalice, señale o nombre. Poner palabra preguntando-” ¿quieres agua?” “toma agua “ofreciendo modelo para que repita y/o señalándole.

  • Elegir entre dos alimentos que previamente vosotros habéis seleccionado y sepáis cuál será su elección. Colocáis un alimento en cada mano y preguntáis” ¿Qué quieres? ¿zanahoria o galleta?
  • Nombra primero el alimento que no le gusta y el que sabéis que desea en último lugar. Cuando entienda ya la elección, podéis elegir cualquier alimento y mostrarlo en el orden que deseéis. Para elegir pueden señalar, mirar el que quieren, emitir algún sonido o nombrar.
  • Disponer de imágenes de comida en un panel (cartulina) en la nevera para que vuestro hijo pueda daros la imagen del alimento que desea o lo señale.
  • Comemos un alimento que sabes que le gusta mucho delante de él. Espera a que haga alguna señal que indique su deseo de comer (te mire, intente alcanzarlo...) y en ese momento le das el modelo de lo que debe decir, le ayudas a señalar o a hacer algún gesto (dame" o "quiero"), según el nivel comunicativo de tu hij@.
  • Ofrece poca cantidad de alimentos que le guste para invitarle a que os pidan repetir. Por ejemplo, cortar el pan o la fruta en trocitos y, según os lo pida, iremos dándole más trocitos. 
Cuando haya terminado lo que le hemos dado, le preguntaremos - “¿Quieres más? ¿Más pan? Señalando el recipiente de comida con el dedo índice. Le daremos tiempo para que responda (mirándonos, señalando, nombrando…).Si no hay respuesta le podemos moldear ayudándole a sacar el dedo índice y tocar el recipiente a modo de señalamiento. 
Si no es capaz de pedir más de forma gestual o verbal podemos utilizar el intercambio de imágenes (él nos da la foto o el pictograma del pan y nosotros le damos el pan). 

Con las estrategias adecuadas, podremos transformar cualquier momento de la vida de nuestro hijo en oportunidades naturales y divertidas para desarrollar habilidades comunicativas sólidas.

LECTURAS:


·       TAREA PARA LA PRÓXIMA SESIÓN: OBSERVA A TU HIJO.

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