jueves, 19 de abril de 2018

TERCERA SESIÓN TALLER DE COMUNICACIÓN: 19 abril 2018

APRENDIENDO A COMUNICARNOS

 Objetivos en esta sesión:

             1.  Reconocer y valorar la importancia de la intención comunicativa en las interacciones.
             2.  Identificar para qué se comunican nuestros hijos: pedir, protestar, compartir, demandar
                  atención...
             3.  Generar estrategias que provoquen la intención comunicativa en los distintos momentos
                  del día.


     FUNCIONES DEL LENGUAJE: Descubrir al otro.

  • Hasta ahora hemos estado hablando de cómo se comunican los niños o sea formas de comunicación. Hemos visto que los niños se comunican no sólo a través de palabras, si no con gestos, acciones, sonidos, rabietas... Observar cómo se comunican nos ayudará a desarrollar su potencial y enseñarle otras formas de comunicación poco a poco. Si además conocemos el motivo de esa comunicación, para qué se comunica: para pedir algo que desea, para conseguir salirse con la suya o para relacionarse, interaccionar con otros...podemos generar situaciones o planificar actividades que le ayuden a encontrar nuevas razones para comunicarse.

        • Vamos a continuar analizando las situaciones de la vida cotidiana que nos quedaron del día anterior. Como ya hemos hablado todas las actividades de la vida diaria son situaciones de comunicación y a través de ellas nosotros estamos regulando al niño: facilitando entornos para que las emociones no se desborden y aprenda a conducirse socialmente, ayudándoles a adquirir nuevos hábitos o aprendizajes y enseñándoles a dar una respuesta ajustada al entorno.                                                                                                                                                             Analizamos comportamientos que, a veces, exhiben los niños con dificultades en la comunicación e interacción (tipo salir corriendo por la calle, gritar o entrar en rabieta cuando tiene que esperar o ante situaciones nuevas) y situaciones que forman parte de las actividades cotidianas que debe realizar cualquier familia (la comida, ir al médico, al supermercado, a la peluquería…). Os dejamos enlace a documentos que os den ideas de estrategias que podemos poner en marcha para afrontarlas (pinchad en la imagen)

                              
                                                           https://goo.gl/mSzwq1                                                                https://goo.gl/16vA4E

                              
                                                 https://goo.gl/v85ncV                                                                               https://goo.gl/8djh92

        • ESTRATEGIAS:
        1. Observación: Buscar las posibles causas o desencadenantes de ese comportamiento, analizar el por qué realiza el niño esa conducta, qué consigue con ello, (llamar la atención, evitar una situación que le genera malestar porque es muy sensible a…, está experimentando…) nos ayudará a enseñarle conductas alternativas más adecuadas con las cuales podrá conseguir la misma finalidad.
        2. Anticipación: Si ya hemos observado cuándo y por qué se desencadena la conducta, debemos anticiparnos y mostrarle la conducta adecuada o cambiar aquellos aspectos del entorno que sabemos que la desencadenan. 
        3. Priorizar objetivos: no podemos abordar todos los cambios a la vez si no que empezaremos por aquellos que consideremos más importantes (si se trata de aprender un hábito) o por aquellas conductas más disruptivas o que resulten más dañinas.
        4. Metas realistas y ajustadas: relativamente fáciles de conseguir adecuando el nivel de exigencia a las características del niño. Empezaremos con objetivos fáciles de conseguir e iremos exigiendo un poco más progresivamente. Muchas veces nuestras expectativas no son ajustadas.
        5. Ensayos sistemáticos: hay que practicar regularmente las estrategias seleccionadas, sin dejar que pase mucho tiempo entre un ensayo y otro, en el caso de una conducta o sistemáticamente todos los días si se trata de un hábito.
        6. Las rutinas: son importantes porque nos ayudan a estructurar las actividades, a secuenciarlas en el tiempo y que poco a poco el niño pueda ir anticipando lo que va a ocurrir. Esto le va a dar pistas para comprender mejor lo que sucede a su alrededor y le proporciona seguridad porque sabe lo que viene a continuación.  Posteriormente, iremos introduciendo pequeños cambios.
        7. Las ayudas visuales: a través de fotografías, pictogramas o gestos, les mostraremos la conducta que esperamos de ellos, les anticiparemos lo que va a ocurrir o les ayudaremos a comprender lo que estamos diciendo, ya que como dijimos el primer día tienen dificultades para comprender el lenguaje oral, pero son buenos aprendices visuales. Nuestro objetivo final es la autonomía, por lo tanto, debemos equilibrar las ayudas: si puede hacerlo sólo, sin pistas visuales significa que está en otro nivel de comunicación (ya comprende el lenguaje), esto también o tendremos que tenerlo en cuenta.
        8. Las consecuencias o reforzadores:  intentar que los cambios de conducta o esfuerzos realizados reporten siempre algo gratificante para el niño: conseguir algo que desea, el refuerzo social o dejar de hacer algo que no le gusta.
        •  Se trata de cambiar la mirada, ¿os acordáis que lo decíamos en la primera sesión?. No debemos fijarnos en las dificultades si no que, aceptando que el niño tiene dificultades para procesar la información del entorno y dar una respuesta ajustada, busquemos estrategias que les ayuden y minimicen los problemas. Poco a poco, irá aprendiendo a regularse. Si mi respuesta es siempre la misma, acabará aprendiendo cuál es la respuesta que esperamos de él.
          •  Os recomendamos el siguiente libro: "Los niños pequeños con autismo" Equipo Deletrea.  Editorial Cepe.  En él, podréis encontrar más situaciones como las que a vosotros os preocupan en vuestras rutina diaria y pistas que os ayudarán a afrontarlas y reconducirlas incrementando así la autonomía de vuestros hijos.
           


                       ES IMPORTANTE:
                  1.      Coherencia entre todos los adultos implicados: Cuando las estrategias a utilizar no están consensuadas corremos el peligro de confundir al niño.
                  2.      Consistencia en su puesta en práctica: si cada día respondemos de manera distinta o exigimos diferente respuesta al niño, en función de nuestro estado de ánimo, el niño será incapaz de saber qué es lo que esperamos de él y lo que estaremos consiguiendo es reforzar conductas que queríamos erradicar.
                  3.      Perder el control: Todo el mundo puede tener un mal día o mostrar menor tolerancia a la frustración, pero es necesario ser consciente de los propios límites y reconocer cuando no estamos preparados para afrontar la situación dando paso a nuestra pareja, abuelo u otra persona que pueda llevar a cabo la intervención de manera ajustada. 
                  4.      Hablar en exceso:  ya hemos comentado la dificultad que tienen vuestros hijos para entender el lenguaje, es poco significativo para ellos. Por ello recurriremos a otras ayudas que refuercen el mensaje oral que debe ser corto y claro.
                  5.      Regañar, castigar: Todas las conductas desadaptadas cumplen una función, por lo que regañar no siempre la reemplaza por otra más funcional. A veces, incluso la refuerza porque muchas veces el niño no sabe que su conducta es negativa y al mismo tiempo no sabe generar comportamientos más adaptados de manera espontánea.
                  6.      Dar tiempo: Es importante que les demos tiempo para poder abordar estos retos por sí mismos. Los aprendizajes llevan tiempo y debemos ser pacientes y constantes.
                  7.      Ser firmes. Poner límites: Sabemos que para los padres supone una carga emocional que a veces nos supera, pero debemos aprender a combinar la firmeza con la tranquilidad y la seguridad de hacer lo que hemos decidido hacer en cada circunstancia.
                  Los límites o normas son necesarios:
                                             * Porque el niño no está preparado para tomar decisiones.
                                             * Les ayuda a predecir lo que va a ocurrir. Un mundo ordenado.
                                             * Proporcionan seguridad y confianza.
                                             * Son necesarias porque vivimos en sociedad.
                                             * Ayudan en el autocontrol, autonomía y responsabilidad.


                      ¿PARA QUÉ USAN LOS NIÑOS EL LENGUAJE?
                         Comunicación Preintencional:
                            Se producen patrones de interacción adulto-niño. El niño no se comunica intencionalmente sino  
                            que envía mensajes sin proponérselo (llanto, sonido) que nosotros interpretamos. No es 
                            su intención comunicarse con nosotros si no, expresar su malestar, jugar, estimularse...
                             Comunicación Intencional:
                                El niño entiende que sus respuestas o comportamientos producen un efecto en las personas que 
                                le rodean (la mamá por ej,). Es una comunicación intencional para: 
                                      -   Protestar o rechazar: no con gesto, lloro. 
                                      -   Para pedir juego interactivo por ej. o para obtener información (señalamiento).
                                      -   Responde a gestos sociales (saludo) y ejecuta órdenes sencillas. 

                               A partir de este momento empiezan a aparecer las primeras funciones del lenguaje

                               1. FUNCIÓN REGULADORA: 

                               Permite controlar, regular o modificar la conducta de los otros. Nos ayuda a  adaptarnos a  
                               las exigencias del momento.
                          • Desde bebés nosotros estamos regulando sus ritmos biológicos, facilitando entornos para que las emociones no se desborden. 
                                   Poco a poco irán entendiendo el "no" como un limite. Es el adulto el que tiene que definir
                                   claramente y de forma consistente cuando se aplicará el "no".

                          • Pero, debemos ser conscientes que nuestros hijos también nos regulan a nosotros. Ellos intentarán rechazar aquello que no desean o no les gusta de distintas maneras: con los gestos, el llanto, apartando de un manotazo, abandonando...Somos nosotros los que debemos ofrecer una respuesta acorde a su negativa.
                              Dependiendo del momento y de la situación podremos respetar su negativa o marcar cuál es la
                                   conducta que vamos a permitir.

                                           Por ejemplo: no podemos aceptar un "no" de principio en la comida pero, si  ya ha  
                                           comido cierta cantidad, podemos tolerar un "no quiero más".

                            
                          • Les ayudamos a protestar, decir "no" como forma de interacción:
                                           -  Ofreciéndoles cosas que le gustan menos (comidas, bebidas, juguetes...)
                                           -  Ofreciéndole una propuesta de juego que no es de su agrado.

                                 ¿Qué pensáis de esta cuestión?¿Hasta qué punto le obligo o tengo que respetarle?
                                           -  "En la comida conmigo hay alimentos que no quiere yen la escuela o con los abuelos si
                                                los toma".
                                           -   "Cuando juega con el móvil o con los encajes...Si yo estoy delante, no lo hace".
                                           -   "Cuando voy a vestirle o tengo que montarle en el coche y él se niega".
                          • Los niños no siempre actúan igual con todas las personas, depende de las estrategias que se utilizan y de la referencia que tienen con la persona que habitualmente les marca lo que deben hacer.
                          • Es conveniente contrastar estrategias y ver cómo lo hace la otra persona. Puede que esté acostumbrado a hacerlo de una determinada manera y si no es así no lo hace.
                          • Hay que tener en cuenta la información de otros profesionales. 
                          • Los retos que le pongamos deben ser alcanzables y se consiguen con objetivos claros y siendo consistentes en el tiempo.
                          • Nuestra exigencia tiene que ser gradual y proporcionando la ayuda necesaria. Hay que realizar ensayos sistemáticos para avanzar.
                          • Nuestra actitud debe ser calculada y positiva pero firma y constante en los objetivos que nos hayamos marcado.
                              
                               2. LA PETICIÓN:

                               Al principio surge en torno a la satisfacción de las necesidades primarias del niño: alimentación,
                               sueño, afecto o consuelo...Es el instrumento necesario para que el niño introduzca modificaciones
                               en el mundo físico que le rodea. Para ello, el niño, atraviesa diferentes etapas:

                                         -   Etapa de los intereses propios: no piden, envían mensajes directamente a otros. Por
                                             ejemplo: Quieren salir....Se ponen delante de la puerta pero no hace nada más.

                                         -   Etapa del pedidor: Instrumentalizan al adulto cuando desean algo y saben que por sí
                                             mismos no lo conseguirán. Por ejemplo: Te llevan (empujan), llevan tu mano.
                                             Es el momento de enseñarle a señalar moldeando el dedo índice y tocando el objeto
                                             de su deseo a modo de "más".

                                         -   Etapa del comunicador: Inician la petición. Son conscientes y utilizan el gesto o la
                                             palabra.
                           

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