miércoles, 1 de mayo de 2019

6ª sesión: Ayudamos a nuestros hijos a regularse

Objetivos en esta sesión:

     1.  Observar y analizar situaciones que nos resultan difíciles con nuestros hijos en la vida diaria.
     2.  Aprender estrategias que nos ayuden a regular algunos comportamientos de nuestros hijos.


SITUACIONES DIFÍCILES EN LA VIDA DIARIA:
  • Si recordamos, en las primeras sesiones veíamos que los niños con trastornos de la comunicación o TEA presentaban dificultades en tres ámbitos:

  • Hasta ahora, hemos hablado de los dos primeros ámbitos: comunicación e interacción social y ha sido el niño quien nos ha regulado a nosotros. Hemos observado qué le interesa o motiva y nos hemos unido a sus intereses, le hemos seguido para conseguirL su atención y generar situaciones, actividades que le ayuden a encontrar nuevas razones para comunicarse, en definitiva, fomentar su iniciativa en la comunicación.
  • Pero hay veces que no podemos hacer lo que a ellos les gusta o lo que ellos quieren. Nosotros somos los que debemos regular al niño porque es necesario llevar a cabo determinadas tareas (salir a la calle, ir al médico...) o simplemente para preservar la seguridad física del niño (evitar que sea atropellado por un coche por ejemplo).
  • Esto es lo que vamos a hacer, analizar situaciones de la vida cotidiana que, a veces, nos resulta complicado llevar a cabo por las dificultades que a nivel conductual exhiben los niños que tienen un TEA (tercer ámbito afectado). Hemos elegido los siguientes comportamientos o rutinas.
               -  Autocontrol, seguridad física: Caminar de la mano, no salir corriendo.
               -  Cambios de actividad: tenemos que poner el abrigo para salir a la calle.
               -  Situaciones menos habituales: ir al peluquería, al médico...
               -  Rutinas: la comida, la ducha, cortar las uñas...
  • Cuando son de difícil manejo, producen tal desgaste emocional en la familia que, en ocasiones, les lleva un poco a aislarse, reduciendo las salidas o evitando lugares a los que antes solían ir. Debemos facilitar entornos para que las emociones no se desborden y el niño aprenda a conducirse socialmente.
  • Os dejamos enlace a documentos que os den ideas de estrategias que podemos poner en marcha para afrontarlas (pinchad en las imágenes).

                      
                                                   https://goo.gl/mSzwq1                                                                https://goo.gl/16vA4E

                      
                                         https://goo.gl/v85ncV                                           https://goo.gl/8djh92


                  La ducha          Dificultades en el hogar
                                71497896
  • ESTRATEGIAS:
  1. Observación: Buscar las posibles causas o desencadenantes de ese comportamiento, analizar el por qué realiza el niño esa conducta, qué consigue con ello, (llamar la atención, evitar una situación que le genera malestar porque es muy sensible a…, está experimentando…) nos ayudará a enseñarle conductas alternativas más adecuadas con las cuales podrá conseguir la misma finalidad.
  2. Anticipación: Si ya hemos observado cuándo y por qué se desencadena la conducta, debemos anticiparnos y mostrarle la conducta adecuada o cambiar aquellos aspectos del entorno que sabemos que la desencadenan. 
  3. Priorizar objetivos: no podemos abordar todos los cambios a la vez si no que empezaremos por aquellos que consideremos más importantes (si se trata de aprender un hábito) o por aquellas conductas más disruptivas o que resulten más dañinas.
  4. Metas realistas y ajustadas: relativamente fáciles de conseguir adecuando el nivel de exigencia a las características del niño. Empezaremos con objetivos fáciles de conseguir e iremos exigiendo un poco más progresivamente. Muchas veces nuestras expectativas no son ajustadas.
  5. Ensayos sistemáticos: hay que practicar regularmente las estrategias seleccionadas, sin dejar que pase mucho tiempo entre un ensayo y otro, en el caso de una conducta o sistemáticamente todos los días si se trata de un hábito.
  6. Las rutinas: son importantes porque nos ayudan a estructurar las actividades, a secuenciarlas en el tiempo y que poco a poco el niño pueda ir anticipando lo que va a ocurrir. Esto le va a dar pistas para comprender mejor lo que sucede a su alrededor y le proporciona seguridad porque sabe lo que viene a continuación.  Posteriormente, iremos introduciendo pequeños cambios.
  7. Las ayudas visuales: a través de fotografías, pictogramas o gestos, les mostraremos la conducta que esperamos de ellos, les anticiparemos lo que va a ocurrir o les ayudaremos a comprender lo que estamos diciendo, ya que como dijimos el primer día tienen dificultades para comprender el lenguaje oral, pero son buenos aprendices visuales. Nuestro objetivo final es la autonomía, por lo tanto, debemos equilibrar las ayudas: si puede hacerlo sólo, sin pistas visuales significa que está en otro nivel de comunicación (ya comprende el lenguaje), esto también o tendremos que tenerlo en cuenta.
  8. Las consecuencias o reforzadores:  intentar que los cambios de conducta o esfuerzos realizados reporten siempre algo gratificante para el niño: conseguir algo que desea, el refuerzo social o dejar de hacer algo que no le gusta.
  •  Se trata de cambiar la mirada, ¿os acordáis que lo decíamos en la primera sesión?. No debemos fijarnos en las dificultades si no que, aceptando que el niño tiene dificultades para procesar la información del entorno y dar una respuesta ajustada, busquemos estrategias que les ayuden y minimicen los problemas. Poco a poco, irá aprendiendo a regularse. Si mi respuesta es siempre la misma, acabará aprendiendo cuál es la respuesta que esperamos de él.
    •  Os recomendamos el siguiente libro: "Los niños pequeños con autismo" Equipo Deletrea.  Editorial Cepe.  En él, podréis encontrar más situaciones como las que a vosotros os preocupan en vuestras rutina diaria y pistas que os ayudarán a afrontarlas y reconducirlas incrementando así la autonomía de vuestros hijos.



                 ES IMPORTANTE:
            1.      Coherencia entre todos los adultos implicados: Cuando las estrategias a utilizar no están consensuadas corremos el peligro de confundir al niño.
            2.      Consistencia en su puesta en prácticasi cada día respondemos de manera distinta o exigimos diferente respuesta al niño, en función de nuestro estado de ánimo, el niño será incapaz de saber qué es lo que esperamos de él y lo que estaremos consiguiendo es reforzar conductas que queríamos erradicar.
            3.      Perder el control: Todo el mundo puede tener un mal día o mostrar menor tolerancia a la frustración, pero es necesario ser consciente de los propios límites y reconocer cuando no estamos preparados para afrontar la situación dando paso a nuestra pareja, abuelo u otra persona que pueda llevar a cabo la intervención de manera ajustada. 
            4.      Hablar en exceso:  ya hemos comentado la dificultad que tienen vuestros hijos para entender el lenguaje, es poco significativo para ellos. Por ello recurriremos a otras ayudas que refuercen el mensaje oral que debe ser corto y claro.
            5.      Regañar, castigar: Todas las conductas desadaptadas cumplen una función, por lo que regañar no siempre la reemplaza por otra más funcional. A veces, incluso la refuerza porque muchas veces el niño no sabe que su conducta es negativa y al mismo tiempo no sabe generar comportamientos más adaptados de manera espontánea.
            6.      Dar tiempo: Es importante que les demos tiempo para poder abordar estos retos por sí mismos. Los aprendizajes llevan tiempo y debemos ser pacientes y constantes.
            7.      Ser firmes. Poner límites: Sabemos que para los padres supone una carga emocional que a veces nos supera, pero debemos aprender a combinar la firmeza con la tranquilidad y la seguridad de hacer lo que hemos decidido hacer en cada circunstancia.
            Los límites o normas son necesarios:
                                       * Porque el niño no está preparado para tomar decisiones.
                                       * Les ayuda a predecir lo que va a ocurrir. Un mundo ordenado.
                                       * Proporcionan seguridad y confianza.
                                       * Son necesarias porque vivimos en sociedad.
                                       * Ayudan en el autocontrol, autonomía y responsabilidad.

            • Os dejamos enlace a la página de youtube Autismo en mi familia donde podéis recabar ideas para trabajar algunas rutinas como ir al dentista, lavar los dientes, cortar el pelo, las uñas...

                    Autismo en familia: vídeos

            "CAMBIAMOS LA MIRADA: ACEPTANDO LAS DIFICULTADES DEL NIÑO PARA PROCESAR LA INFORMACIÓN Y DAR UNA RESPUESTA AJUSTADA, BUSCAMOS ESTRATEGIAS QUE LE AYUDEN A  REGULARSE Y AFRONTAR LAS RUTINAS"

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